martes, diciembre 13, 2005

Mi otro tata

Qué ironía que el último post en mi blog haya sido sobre mi tata Hugo. Y que ahora esté escribiendo sobre mi otro tata, mi tata César. Hace una semana finalmente se dejó llevar, no se resistió más, y se fue. Era el último abuelito que quedaba vivo y mi padrino de bautizo. Hace muy poco había cumplido 90 años. Hoy, mientras hacía la tarjeta del regalo para mi papá me di cuenta que por primera vez no habrán confusiones en la entrega de presentes: ahora habrá sólo un tata César (mi papi). Y habrá un puesto menos en la mesa de mis papás en Nochebuena. Y una vela más cerca del árbol, donde prenderé una por cada ser querido que se ha ido. Yo sé que estaba cansado y muy enfermo, pero es la ausencia de lo cotidiano donde se más se lo extrañaré.